Construcciones más ecológicas
Todo sobre los edificios ecológicos
Todos sabemos que el sector de la construcción es contaminante. Las obras, ya tengan fines residenciales, de servicio o industriales, generan muchas emisiones de gases de efecto invernadero, y eso sin tener en cuenta el funcionamiento del edificio después de su construcción, como el mantenimiento, el consumo de energía en términos de calefacción, electricidad u otros servicios públicos, como el agua.
El enfoque sectorial del informe que se ha publicado sobre el estado del medioambiente en Francia muestra que los edificios residenciales y de servicios son la segunda fuente más importante de emisiones de gases de efecto invernadero. Se sitúan por debajo del transporte, aunque por delante de las industrias manufactureras, energéticas y agrícolas. La construcción representa el 20 % de las emisiones de gases de efecto invernadero del país, por lo que parece importante poner en marcha estrategias para reducir estos considerables efectos en el medioambiente y lograr que nuestros edificios sean más ecológicos. En resumen, de esto trata la construcción de edificios ecológicos.


Algunas formas de conseguir que los edificios sean más ecológicos son usar unos acabados internos resistentes, un mejor aislamiento y una iluminación más eficiente, controlar la temperatura y ahorrar agua. El objetivo de los edificios ecológicos consiste en optimizar su eficiencia y generar menos contaminación que un edificio construido mediante procesos más convencionales. El concepto de edificio ecológico también tiene en cuenta la idea de su mantenimiento y contempla el fin de su ciclo de vida basándose en el marco más ecológico y sostenible posible.
Certificación medioambiental para edificios
Hay varios tipos de certificaciones que demuestran que un edificio respeta los principios de la construcción ecológica. En Francia, se emplea la certificación HQE (Alta calidad medioambiental); en el Reino Unido, su equivalente es la BREEAM (Metodología de evaluación de la sostenibilidad del Building Research Establishment), y en Estados Unidos, la certificación LEED (Líder en eficiencia energética y diseño sostenible). Estas conocidas certificaciones tienen muchos puntos en común y se diferencian principalmente en sus prioridades y sus formas de puntuar cada elemento.
Bueno para el medioambiente y para el bolsillo
La sostenibilidad y la conservación de los recursos naturales son cada vez más importantes para los compradores, como muestra el estudio publicado por Bentall Kennedy, un administrador y asesor norteamericano especializado en inmuebles. Kennedy realizó un estudio de 10 años para evaluar el impacto real de la construcción ecológica en relación con el valor de los inmuebles y la calidad de vida de sus habitantes. Los resultados resultan muy interesantes para los propietarios de inmuebles y, en particular, para las personas vinculadas a los sectores de servicios e inmobiliario. Estos indicaron que los edificios con certificación obtienen mejores condiciones de alquiler (un 3,7 % más que el alquiler medio en el caso de los edificios con certificación LEED) y que ofrecen a los inquilinos ahorros en su consumo de energía. Esto resulta especialmente impresionante y deseable debido al aumento de los precios de la energía. La Comisión de Regulación Energética (CRE) calculó que la tarifa regulada de venta de gas ha aumentado en un 63 % desde el 1 de enero de 2005.
Los edificios son los entornos donde viven las personas
Además de ahorrar en los servicios públicos, los edificios verdes mejoran la calidad de vida. Por ejemplo, según la certificación HQE para edificios, los materiales que se utilizan en los procesos de construcción ecológica son más respetuosos con las personas y deben cumplir ciertos requisitos de comodidad y salud, además de los criterios de construcción y gestión ecológicas.
Una buena calidad del aire y la elección de materiales con un índice limitado de COV son dos elementos esenciales de la construcción. La calidad del aire no solo puede afectar al aparato respiratorio de las personas, sino también a sus sistemas cardiovascular, nervioso o incluso endocrino. Basta un dato sencillo para entender el motivo: nuestro cuerpo inhala casi 15 000 litros de aire cada día. La calidad del aire afecta a la cantidad de compuestos atmosféricos que absorbe el cuerpo.

¿Qué ventajas ofrece la gama Acrovyn® para la construcción ecológica?

Desde hace más de 70 años, los productos Acrovyn® protegen las paredes y superficies planas frente al desgaste diario. Los materiales Acrovyn son resistentes a los golpes y los arañazos, bacteriostáticos y fáciles de limpiar, y cuentan con certificación COV A+, gracias a lo que ayudan a prolongar el ciclo de vida de los espacios interiores y a mejorar tanto la salud como la calidad de vida.
Nuestros sistemas de protección de paredes y puertas proporcionan a los edificios armonía decorativa y cumplen los requisitos de construcción saludables establecidos por la certificación de edificios ecológicos, como, por ejemplo, la certificación medioambiental HQE. Cumplen los criterios C12 (Limitar las fuentes de contaminación) y C13 (Elegir materiales que limiten el crecimiento fúngico y bacteriano). Los materiales naturalmente bacteriostáticos Acrovyn® también ofrecen una versión bactericida gracias a la adición del tratamiento Sanitized AG®, ideal para los lugares donde la higiene debe ser aún más rigurosa.
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La filosofía Cradle to Cradle
Al final de la década de 1980, el concepto de economía circular tiene como objetivo aumentar la reutilización de las materias primas empleadas en el ciclo de vida del producto. Un producto o material al final de su vida útil debería convertirse de nuevo en una materia prima, de modo que pueda utilizarse en un nuevo producto o material sin ninguna pérdida de calidad.
Por lo general, se miden los materiales según su ciclo de vida completo, lo que incluye aspectos como la instalación. El concepto Cradle to Cradle tiene en cuenta un contexto más amplio que incluye la energía intrínseca, la toxicidad de las emisiones y los ciclos de sustitución y reciclaje para garantizar que un material es ecológico en todos los aspectos. Por lo tanto, un producto con certificación Cradle to Cradle debe ser reciclable o no contener ninguna materia prima nueva. Cada vez es más fácil adquirir materiales y componentes de construcción sostenibles; asimismo, estos son rentables, ya que no requieren tanto mantenimiento ni deben sustituirse con tanta frecuencia.

Las placas de Acrovyn PVC-Free acaban de obtener la certificación Cradle to Cradle de categoría bronce, que evalúa la sostenibilidad de un producto en todo su ciclo de vida, de forma que otorga a los clientes la confianza necesaria para utilizarlo en edificios ecológicos.
Proteger el medioambiente es un camino, no un destino. Reconocemos nuestra responsabilidad con las generaciones actuales y futuras a la hora de preservar el medioambiente global. Estamos orgullosos de nuestra contribución a la sostenibilidad y trabajamos continuamente para mejorar nuestras prácticas ambientales en nuestras instalaciones de todo el mundo.