Adaptar la atención hospitalaria a los niños de todas las edades
Diseñar hospitales para niños es un reto especial que requiere un equilibrio entre los aspectos funcionales de los cuidados y la creación de un entorno que favorezca el bienestar psicológico y emocional de los jóvenes pacientes. Estos edificios tienen que atender a niños de todas las edades y a sus distintas necesidades. Un hospital bien diseñado puede influir significativamente en su recuperación y en su experiencia hospitalaria en general.
Abarcamos los siguientes temas, además de presentarle recursos adicionales que pueden resultarle útiles durante su recorrido por el diseño:

Entender las necesidades de los niños.
Entender las necesidades de los niños en la atención sanitaria implica un enfoque integral que abarque no solo su bienestar físico, sino también sus necesidades emocionales, de desarrollo y psicológicas.
Los niños, dependiendo de su edad, muestran diferentes niveles de comprensión, respuestas emocionales y necesidades físicas. Por ejemplo, los cuidados y los estilos de comunicación necesarios para los niños pequeños difieren significativamente de los que puedan necesitar los adolescentes. Esto requiere el uso de un lenguaje apropiado para la edad y una gran sensibilidad hacia las necesidades emocionales y sociales del niño.
Los hospitales, a menudo percibidos como espacios intimidatorios por los pacientes jóvenes, pueden resultar más acogedores mediante la integración de elementos lúdicos y familiares. De ese modo se puede reducir significativamente la ansiedad y el miedo. Es esencial introducir los procedimientos médicos de una forma gradual y sin que resulte intimidante. Reconocer y tratar los síntomas del estrés, la ansiedad o la depresión en los pacientes jóvenes es crucial y a menudo requiere la participación de especialistas en la vida infantil, asesores o terapeutas de juego.
El papel del juego en el entorno sanitario desempeña varias funciones, ya que sirve como herramienta terapéutica y educativa. Permite a los niños expresar sus sentimientos, comprender su tratamiento y mantener una sensación de normalidad, especialmente en el caso de los pacientes de larga duración. Continuar con su educación y las actividades que estimulan el aprendizaje y el desarrollo también son vitales para estos pacientes.
La comunicación con los niños en los entornos sanitarios debe ser clara, sencilla y tranquilizadora, evitando la jerga médica y adaptándose a su nivel de comprensión. Prestar atención a las preocupaciones del niño, valorar sus sentimientos y dar respuestas sinceras y adecuadas a su edad son aspectos esenciales de los cuidados. Del mismo modo, la implicación de la familia en el plan de tratamiento es fundamental. El bienestar del niño suele estar estrechamente relacionado con el estado emocional de la familia, por lo que es esencial proporcionar apoyo y recursos a los padres y hermanos, así como facilitarles su presencia durante la estancia en el hospital.
El diseño de los espacios sanitarios desempeña un papel fundamental en la recuperación del niño. Los espacios luminosos y acogedores, con un aspecto poco clínico y equipados con zonas de juego, materiales educativos y elementos reconfortantes contribuyen significativamente a crear un entorno propicio para la curación. La seguridad y la accesibilidad son primordiales para garantizar que el entorno pueda atender a niños de todas las capacidades, con mobiliario y equipamiento adecuados a su edad. Este enfoque integral de la atención pediátrica reconoce que la curación no consiste únicamente en tratar la enfermedad, sino que implica cuidar el bienestar general del niño.

La EACH Charter
La European Association for Children in Hospital (Asociación Europea para Niños Hospitalizados) es una importante organización internacional que agrupa a asociaciones nacionales europeas no gubernamentales y sin ánimo de lucro dedicadas al bienestar de los niños hospitalizados y otros servicios sanitarios. Esta organización ha formulado la EACH Charter (la Carta de la EACH), un documento que se alinea y respalda los derechos de los niños tal y como se recogen en la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño (CDN de la ONU).
La EACH Charter se basa en el principio fundamental de que la prioridad debe ser siempre proteger los intereses del niño por encima de todo. También hace referencia a la Observación General n.º 15 de la CDN de la ONU sobre el derecho del niño a la salud y a la Observación General n.º 4 sobre la salud y el desarrollo de los adolescentes.
La carta establece varios principios esenciales para garantizar el bienestar de los niños en el medio hospitalario. Estos principios incluyen: garantizar el ingreso hospitalario solo cuando sea necesario, permitir la presencia y el hospedaje de los padres sin costes adicionales y defender los derechos de los niños y los padres a ser informados adecuadamente. También defiende la implicación de los niños y los padres en las decisiones sanitarias, así como la protección frente a tratamientos médicos innecesarios.
Asimismo, la carta estipula que los niños deben ser atendidos en entornos adecuados a sus necesidades de desarrollo, haciendo hincapié en la importancia de no internarlos en pabellones para adultos y de no restringirles el acceso de visitantes. Subraya la necesidad de ofrecer oportunidades de juego, recreo y educación en entornos diseñados para las necesidades de los niños.
La carta también exige que los niños reciban cuidados de personal sanitario cualificado y formado para satisfacer sus necesidades físicas, emocionales y de desarrollo. La continuidad de los cuidados se destaca como esencial, junto con el respeto a la intimidad y a la dignidad del niño.
En términos generales, la EACH Charter es un marco exhaustivo cuyo objetivo es salvaguardar los derechos y el bienestar de los niños enfermos en entornos hospitalarios. Destaca la importancia de la participación de la familia, el intercambio adecuado de información y la atención pediátrica especializada, garantizando un enfoque integral de la asistencia sanitaria pediátrica.

La EACH Charter está compuesta por 10 «artículos», los cuales se describen a continuación:
Para más información sobre la EACH Charter, visite: https://each-for-sick-children.org
La teoría de la distracción:
En la asistencia pediátrica, la creación de un entorno curativo va mucho más allá del ámbito del tratamiento médico. Se trata de crear un diseño interior que responda a las necesidades emocionales, psicológicas y de desarrollo de los niños. Este enfoque es fundamental para aliviar el estrés, fomentar la recuperación y ofrecer bienestar no solo a los jóvenes pacientes sino también a sus familias.
La esencia de un entorno hospitalario adaptado a los niños radica en su capacidad para transformar un entorno médico típico en un espacio que sea un reflejo de la imaginación y el bienestar del niño; es decir, la teoría de la distracción. Los colores brillantes, los diseños divertidos y los elementos interactivos son algo más que meras elecciones estéticas; son aspectos fundamentales para que el hospital se parezca menos a unas instalaciones clínicas y más a un mundo diseñado especialmente para los niños. Las temáticas como los bosques, los océanos, la vida salvaje, el espacio exterior o los personajes de cuentos populares ayudan a transmitir una sensación de calma y asombro. Con ellas, las paredes y los pasillos de los hospitales pasan de ser espacios intimidatorios a ser zonas de aventuras familiares y llenas de historias, convirtiendo el entorno en un lugar menos desalentador y más atractivo para los más pequeños.
Los elementos interactivos y educativos son componentes clave en este tipo de entornos. Elementos como juegos educativos en las zonas de espera, suelos o paredes interactivos que responden a los movimientos de los niños y actividades basadas en la tecnología proporcionan entretenimiento y educación. Estas herramientas no solo distraen del entorno clínico, sino que también ayudan al aprendizaje y al desarrollo cognitivo de los niños.
El diseño de las instalaciones sanitarias pediátricas debe incluir también zonas de juego, tanto en el interior como en el exterior. Las zonas de juego interiores, equipadas con juguetes, libros y material artístico, proporcionan un entorno controlado para el juego seguro, mientras que los espacios exteriores permiten la actividad física y la interacción con los elementos naturales, contribuyendo positivamente a la salud mental y física. Estas zonas de juego deben ser inclusivas, adaptarse a diversos grupos de edad y garantizar la seguridad, la accesibilidad y la estimulación de los niños con diferentes capacidades. Este enfoque integrador del diseño hospitalario subraya la importancia de un entorno propicio para la curación y el bienestar de los pacientes más jóvenes.

Permitir que el espacio cuente una historia.
Para que la arquitectura tenga sentido, especialmente para los niños, debe contar una historia y ceñirse a la narrativa, como explica Nathalie Dziobek-Bepler en su libro Designing Spaces for Children: A Child's Eye View. Dziobek-Bepler es la directora del estudio berlinés de arquitectura y diseño Baukind, especializado en arquitectura para niños.
Cuando, en el marco de su empresa, trabaja en un proyecto arquitectónico para niños, le gusta inspirarse en el entorno, en los clientes y en el concepto pedagógico a fin de escribir una nueva historia. El objetivo no es ir cambiando de tema a medida que se pasa de una habitación a otra, sino lograr un tema central y coherente en todo el edificio.
Si bien es cierto que los niños no lo entienden todo desde un punto de vista intelectual, sus instintos y sentidos son sumamente sensibles. Por ello, la narrativa debe aspirar a crear una cierta armonía entre los espacios. Por ejemplo, para su proyecto para un centro de cuidado infantil «Into the Wild» (ver el enlace más abajo), Dziobek-Bepler y su empresa crearon un recorrido que iba de la ciudad (al entrar en la guardería) hasta una selva (en el corazón de esta). Cuanto más se adentra el visitante en los espacios para los niños dentro del centro, más se le transporta a un entorno primitivo y salvaje.
Más información sobre el proyecto «Into the Wild»: https://www.baukind.de/en/portfolio/betriebskita-berlin/

Puede adquirir el libro Designing Spaces for Children aquí:
https://www.ribabooks.com/designing-spaces-for-children-a-childs-eye-view_9783868597172#
¿Cómo se inspira la curación con obras de arte?
Para Laura Bender, de SitePainters, hacer arte es un viaje interior, una exploración del color y la belleza, sobre todo en la naturaleza.
Entrevistamos a Laura para que nos explicara su proceso artístico, el impacto que pretendía que sus obras tuvieran en los pacientes y los materiales que utilizó para el proyecto del Penn State Children's Heart Group.
Laura cree que el arte en las instalaciones sanitarias debe ser edificante, tranquilizador y atractivo tanto para los niños como para los padres. Su papel es crear un ambiente agradable y relajante.
Para el proyecto del Penn State Children's, se inspiró en la imagen del sol, asociándola con la valentía, algo que le pareció importante tanto para los niños como para sus familias en el entorno hospitalario. Sus diseños de murales, bellamente pintados, que representan grandes rayos de sol, ramas de árboles, pájaros y nubes, se extienden por las zonas de espera y los pasillos de las instalaciones.
"La idea de hacer arte para un centro de salud es proporcionar algo que sea edificante, que pueda calmarte pero que pueda atraer a un niño o a un padre para que se sientan cómodos estando allí y puedan relajarse".
El poder del color:
Entender la psicología del color es determinante para crear un entorno curativo en los hospitales pediátricos.
La eficacia del uso del color depende de un delicado equilibrio entre tonos brillantes y neutros.
Los colores brillantes, si bien resultan atractivos y estimulantes para los niños, deben utilizarse con prudencia para evitar una sobrecarga sensorial, sobre todo en el caso de los niños con ciertas afecciones médicas o sensibilidades. Así pues, son más adecuados para zonas como salas de juegos o espacios de actividades, en los que la estimulación es beneficiosa. Estos espacios pueden alegrarse con murales vibrantes, mobiliario colorido y elementos interactivos capaces de seducir a los más pequeños.
Por otro lado, las habitaciones de los pacientes deben tender hacia los tonos neutros. Los tonos más suaves como los azules, verdes y tierra pueden dominar estos espacios, creando una atmósfera tranquila y serena propicia para el descanso y la curación.
Por otra parte, algunos hospitales pediátricos utilizan temas de color específicos para las distintas alas o plantas, lo que no solo ayuda a orientarse, sino que también proporciona experiencias sensoriales variadas. Este uso estratégico del color en todo el hospital cumple múltiples propósitos, desde conseguir la participación de los niños en zonas activas hasta favorecer la tranquilidad en espacios diseñados para el descanso.

Calma

Los tonos azules se asocian a menudo con la calma y pueden reducir la frecuencia cardiaca y la tensión arterial. Los tonos azules más claros también pueden hacer que el espacio parezca más diáfano y menos agobiante.
Tranquilidad

Los tonos verdes se consideran calmantes y reparadores y a menudo se utilizan para reducir la ansiedad y conectar un espacio con la naturaleza.
Energía

Los colores cálidos como el amarillo y el naranja transmiten energía y estimulan la actividad mental y la alegría, algo esencial en los hospitales infantiles.

Encontrar el equilibrio entre forma y función
En el diseño de un hospital infantil, la selección de los acabados interiores juega un papel fundamental a la hora de garantizar un entorno seguro, higiénico y acogedor para sus jóvenes pacientes. Los hospitales suelen utilizar materiales no porosos y fáciles de limpiar, como el acero inoxidable, los plásticos de calidad médica y los laminados de superficie. Estos productos se eligen por su capacidad para resistir a las bacterias y por su facilidad de desinfección, lo que resulta crucial para mantener un entorno estéril.
Los diseñadores suelen intentar reducir al mínimo los lugares de difícil acceso, así como recovecos intrincados en los que puedan acumularse el polvo y los gérmenes. Esto incluye elegir muebles y accesorios de diseño sencillo, fáciles de limpiar y mantener. Algunos hospitales van un paso más allá incorporando superficies antimicrobianas que inhiben activamente el crecimiento de bacterias y hongos.
La durabilidad también es una preocupación en los hospitales infantiles, ya que las zonas de mucho tráfico requieren que el mobiliario y los accesorios sean robustos, seguros y capaces de soportar un uso intensivo. Además, las paredes, las puertas y las esquinas suelen reforzarse con materiales resistentes a los impactos o con protecciones para evitar daños.
Es importante garantizar que los elementos de diseño se elijan no solo por su durabilidad, sino también por su facilidad de mantenimiento, de modo que las reparaciones y sustituciones puedan realizarse con rapidez y sin grandes molestias para el hospital y sus pacientes.
Las soluciones de protección de paredes Acrovyn® son especialmente adecuadas para entornos hospitalarios, ya que ofrecen protección para paredes, puertas y otras superficies, así como una ayuda a la movilidad en forma de pasamanos. Esta línea se ha diseñado teniendo en cuenta la seguridad y la higiene y también incluye opciones personalizables, lo que permite expresar la creatividad en el entorno hospitalario.
Como ya hemos comentado, el diseño de los hospitales infantiles debe inspirarse en los jóvenes pacientes a los que atienden. Es imprescindible crear espacios que sean a la vez funcionales y atractivos para los niños. Esto puede significar incluir obras de arte infantiles, como, por ejemplo, proyectos murales, en los revestimientos de paredes de Acrovyn by Design®.
Iluminar las paredes y los pasillos con este tipo de elementos artísticos hace que el entorno sea más atractivo visualmente, al tiempo que aporta una sensación de positividad y energía, lo que puede resultar beneficioso para la curación y el bienestar de los jóvenes pacientes.
Un breve resumen.
A lo largo de este documento, hemos hecho hincapié en la absoluta necesidad de que los entornos de atención pediátrica se adapten a las necesidades físicas, emocionales y de desarrollo únicas de los niños.
Somos firmes defensores de diseños para hospitales que vayan más allá de la eficacia médica, centrándonos en crear espacios que sean acogedores, atractivos y que favorezcan tanto a los niños como a sus familias.
Se requiere un enfoque de diseño integral que favorezca no solo la curación física, sino también el bienestar psicológico de los pacientes más jóvenes. Abordamos muchas formas de conseguirlo, como tener en cuenta una combinación de colores adecuada, incorporar elementos naturales, elementos interactivos y unas instalaciones que incluyan a toda la familia.
